domingo, 5 de abril de 2009

un angel me presto sus alas...

Cuando un día nos despertamos y podemos descubrir que tantas cosas que usualmente vivían en nuestros sueños se convirtieron en parte de nuestra vida, con una sensación desde satisfechos hasta excedidos podemos descubrir la manera en qué quizás hoy, quizás ahora, es el momento donde todos esos imposibles pueden empezar a considerarse probables… y mirando con cierto grado de omnipotencia el pasado nos preguntamos cómo podían funcionar las cosas cuando no eran como son hoy… cuando las ilusiones solo vivían como tales.
Mirar en retrospectiva las situaciones vividas tiene un sabor extraño… es como leer un libro en el que, aún conociendo el final, sigue sorprendiéndonos la manera en la que se fueron armando y desarmando tantos escenarios que permitieron recuerdos y sensaciones que se sucedieron hasta llegar (en ocasiones) al tan predecible desenlace… pero esta vez no desde la añoranza, sino como un entender la manera en la que todos estos hechos fueron preparando lo que hoy es nuestro lugar propio.
Inevitablemente esta idea nos trasporta a pensar hacía dónde nos dirigirán las vivencias que hoy completan y hacen la cotidianidad… y los pensamientos se enredan intentando discernir si lo que hoy nos desafía abre caminos o simplemente le da final a situaciones ya obsoletas…
En ese momento imagine que separada de mi podía ver lo que estaba siendo (y haciendo) remitiéndome a mi presente como una pasado ilusorio en el que podía ver la manera en que todo lo que hoy se plantea como paradigma ya tenía su respuesta y el curso de las cosas ya había encontrado su justo cause… y para mi sorpresa esta visión supo ser más que un regalo, porque me permitió ver que iban a continuar estas mismas dudas, con todos esos pensamientos incluso con tantas necesidades cubiertas y tantas otras por cubrir, porque no me estaba esperando un comienzo, ni tampoco un final sino la continuidad de la misma alegría que me despertó esta mañana, cuando descubrí que no estaba soñando, sino que es esta la manera de vida que hace tiempo estaba esperando hallarme… y por fin deje que me alcanzara.
Pasó un ángel y me prestó las alas… y las cosas nunca estuvieron tan claras como las vi desde este lugar.

3 comentarios:

Anita dijo...

Si al momento que estás viviendo no le agregarías ni le sacarías nada, lo mires desde donde lo mires, eso significa amiga, que sos realmente feliz...
Y si cada día que despertás sentís lo mismo, entonces estamos hablando de un estado constante de felicidad, no solamente de un simple momento feliz...
Te lo merecés! Te quiero!

Gladys dijo...

Tu angel te protege, porque Dios dispone su tarea...
¡y como no vas a despertar feliz!
si ese sol que entra por tu ventana te dice: ATREVETE!! confía en vos, querete porque sos un ser especial y único; y los que te rodeamos te necesitamos así: por sobre todas las cosas FELIZZZZ!!!

GLADYS dijo...

CECI ESTA MUY BUENO TU BLOG!!!!