miércoles, 24 de diciembre de 2008

Ojala pudiera estar un poco más loca.!

En varias ocasiones nos encontramos frente a situaciones en las que su mayor encanto es que sean tan atípicamente típicas, aunque equitativamente esa misma tranquilidad es la que tanto nos inquieta… ¿Cómo es que se puede concebir una situación en la que no halla asidero para un bosquejo, un plan o una respuesta certera? ¿No sería totalmente antinatural dejar que la naturaleza siga su curso? Entonces optamos por ceder a este estado de docilidad frente a circunstancias tan poco específicas e intentamos plantearle posibles límites y opciones que terminan desarticulándolas por completo, aun sabiendo que lo único que necesitaban era seguir manteniendo ese matiz reservado… algunas veces solo por ansiedad pero en general es por una tendencia a institucionalizar cosas que deberían simplemente suceder.

Hace algunos días me plantearon una pregunta que primariamente parecería ser muy básica: ¿Vos estas loca?... y aunque no respondí y me sonreí, fue solo porque pude encontrar la única respuesta que necesitaba: Si, y ojala pudiera estarlo un poco más… porque a pesar de haber esquivado aciertos con ingeniosa habilidad (lo que suena mucho más interesante que decir simplemente que cometí muchos errores…) pude descubrir que gran parte de éstos se deben a haber intentado hacer las cosas de un modo correcto, porque mis decisiones más inteligentes fueron siempre las más estupidas, claro, fueron más atinadas o moralmente necesarias… pero definitivamente estúpidas… porque no logaron mucho más que prolongar esperas innecesarias o plantear dudas inexistentes… y ya saben que no soy muy amiga de las confusiones pero en este caso ¿Será que la confusión esta totalmente clara que es tan bueno que así sea? Quizás solo halla que dejarla seguir así en su estado de pseudo error para que pueda conservar su encanto…

Como propuesta, les propongo una nueva meta para alcanzar el año venidero: dejar que el libre albedrío, haga de nosotros personas más libres de nuestros propios prejuicios, particularmente de los que tenemos hacia nosotros mismos y que podamos ser lo más alocadamente normales que nos sea posible.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Don´t open until xmas?

Reflexiones necesarias previas a la navidad:

Se aproximan las fiestas y una vez más empiezan todas esas costumbres que la convierten en lo que es… porque no hablamos solo de una conmemoración religiosa ni tampoco de una celebración popular… en navidad se crea un total estado de neurosis multitudinario que genera todo tipo de consecuencias que nos invitan a la reflección. Algunos ejemplos:

*Las personas son consumistas por naturaleza, es increíble la sonrisa que genera cargar muchas bolsas… (Las cuentas tienen una particular inmunidad navideña)
*Alguien tendría que hacer algo con las luces musicales… por Dios…
*Cada año mi familia jura que vamos a comer “cualquier cosita” y para la fecha indicada mi casa se convierte en el clon de una empresa de catering.
*Ningún chico mayor de 3 años cree en al existencia de Papa Noel… solo disimulan para pedir regalos indiscriminadamente.
*Todo tipo de personas que no recordaban su existencia entre sí, comparten una cena con total naturalidad (brindan, se abrazan…y aunque obviamente no va a suceder, prometen verse más seguido)
*Basta de perros, gatos y demás animales que cantan villancicos… a- no suenan como tales, b- ya bastante mal suenan cantados por personas c- las luces del arbolito (que por alguna razón que desconozco siguen prendidas) ya cumplen esa función.
*Sea en casa de uno, otro o algún tercero… siempre va a haber algún desconforme con la locación elegida para la cena.
*Alguno de estos 1º de enero voy a dejar de fumar, empezar la dieta e ir al gimnasio… ya van a ver… jah!

Lo realmente bueno es que como sea indefectiblemente a las 3:00 de la mañana y ayudado por los efectos de reiterados brindis… con las lucecitas puestas en la cabeza (Sisi… ¡y siguen sonando!) nos olvidamos de todo lo anterior y disfrutamos de tanta gente que queremos, extrañamos o esperamos… porque para eso se hicieron las fiestas... para ser celebradas.